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ARTIGAS AL GOBERNADOR DE CORRIENTES.

"ENTRE NOSTOROS NO QUEREMOS LOBOS VESTIDOS DE PIEL DE OVEJA, POR QUE ASI NOS HACEN LA GUERRA MÁS ODIOSA. EL QUE SEA ENEMIGO, DECLARESE Y SABREMOS CONTRARRESTAR ARMAS CON ARMAS Y HOMBRES CON HOMBRES, PERO QUE A FUERZA DE INTRIGAS E INTERESES QUIERAN OSCURECER NUESTRA VIRTUD Y HACER QUE TRIUNFE LA INDIGNIDAD, ES EL DOLOR QUE HACE MUCHO TIEMPO TRASPASA MI ALMA Y POR EL CUAL ME SACRIFICO HASTA VER REINANTE LA JUSTICIA". ARTIGAS, al gobernador de Corrientes, 4 de Febrero de 1815.







EL MARXISMO COMUNISMO ES INTRISECAMENTE MALO !!

"EL COMUNISMO ES INTRÍNSECAMENTE MALO, Y NO SE PUEDE ADMITIR QUE COLABOREN CON EL COMUNISMO, EN TERRENO ALGUNO, LOS QUE QUIEREN SALVAR DE LA RUINA LA CIVILIZACIÓN CRISTIANA. CUANTO MÁS ANTIGUA Y LUMINOSA ES LA CIVILIZACIÓN CREADA POR EL CRISTIANISMO EN LAS NACIONES EN QUE EL COMUNISMO LOGRE PENETRAR, TANTO MAYOR SERÁ LA DEVASTACIÓN QUE EN ELLAS EJERCERÁ EL ODIO DEL ATEÍSMO COMUNISTA". PAPA PÍO XI.

ENTRE TODOS PACÍFICAMENTE VAMOS A TIRAR ABAJO EL MARXISMO COMUNISMO EN CUBA, COREA DEL NORTE, CHINA, EN TODO EL MUNDO, POR QUE ES LA ÚNICA SOLUCIÓN PARA LA PAZ !!. DEPUÉS CAMBIAMOS EL CAPITALISMO POR UN CRISTIANISMO MAS POSITIVO !!. ENTONCES EL MUNDO, LA HUMANIDAD SERA OTRA !!.

“EL FRÍO, EL HIELO AVANZAN EN LA TIERRA, PERO NO SOLO EN LA TIERRA, SINO EN LAS MENTES Y CORAZONES DE LOS HUMANOS. DIOS LE HA DADO UN FUEGO INEXTINGUIBLE, PERO EL HOMBRE TIENE MIEDO DE USARLO. CADA VEZ MAS ESTA RODEADO DEL FRÍO E HIELO, NO ES EL QUE ESTA AFUERA, ES EL FRÍO Y HIELO QUE ESTA DENTRO DEL CORAZÓN, ALGUIEN ENTIENDE, PERO FALTA TIEMPO PARA QUE TODOS ENTIENDAN!.

ORA ET LABORE!!!




LA PIEDRA FUNDAMENTAL....

LA PIEDRA QUE LOS CONSTRUCTORES ARQUITECTOS DESECHARON VA A SER LA BASE Y VERTICE DE TODA LA CONSTRUCCIÓN. ESTO ES ALGO MARAVILLOSO....!!.

2019.

A PARTIR DEL SEGUNDO SEMESTRE, JULIO 2019, COMIENZA PARA LA HUMANIDAD UN TIEMPO DE OSCURIDAD CADA VEZ MAS PROFUNDA HASTA EL 2040. LAS FUERZAS OSCURAS DEL ANTICRISTO, DRAGÓN ROJO, COMENZARAN A LEVANTARSE DESDE EL ORIENTE HASTA DOMINAR TODO EL PLANETA TIERRA Y LA HUMANIDAD.- DESPUES 2040 CUANDO SEA DERROTADO COMENZARAN 1000 AÑOS DE LUZ Y DE PAZ PARA TODA LA HUMANIDAD.

BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA HISPANOAMERICA.

MAYO DE 1811 - MAYO DE 2011.-

200 AÑOS DE INDEPENDENCIA.

DESCUBRIMIENTO DE AMERICA 518 AÑOS.

DESCUBRIMIENTO DE AMERICA 518 AÑOS.
CARABELAS DE COLON

miércoles, 20 de noviembre de 2013

50 AÑOS DEL ASESINATO DE J.F. KENNEDY. PRIMERA PARTE.

50 AÑOS DE JHON F. KENNEDY. PRIMERA PARTE.


Extractos de noticias sobre el cincuentenario de la muerte de J.F.K.


EEUU conmemora el 50º aniversario de la muerte de John F. Kennedy.


© AFP
Estados Unidos conmemora el 22 de noviembre la trágica muerte del presidente John F. Kennedy, asesinado hace 50 años en Dallas, con un número reducido de ceremonias públicas pero con una avalancha de transmisiones y publicaciones.
El 35º presidente de EEUU, cuya figura y mito están siempre rodeados de un halo de fascinación, murió hace 50 años debido a las balas disparadas por Lee Harvey Oswald, según la investigación oficial, aún muy cuestionada.
Para las tres cuartas partes de los estadounidenses, JFK permanecerá en la historia como un presidente "destacado", en el primer lugar de la lista de los líderes de ese país desde Dwight Eisenhower (1953-1961), según un sondeo de Gallup publicado el viernes.
Nacido en una familia rica e influyente de Boston (Massachusetts, noreste), John F. Kennedy, el presidente más joven y el primero católico, no pudo completar su primer mandato, iniciado en 1961.
Su paso por la Casa Blanca estuvo particularmente marcado por la Guerra Fría y la 'Crisis de los misiles', la derrota de Bahía de Cochinos y el programa Apolo para enviar a un estadounidense a la Luna.
Pero el mito Kennedy, todavía vivo, se debe también al estilo moderno proyectado por la televisión, que comenzaba entonces a triunfar, y al encanto de su esposa, Jackie.
El anuncio y las imágenes de la muerte del presidente en una limusina descapotable, con Jackie con un traje de Chanel rosa a su lado siguen formando parte de la memoria colectiva mundial.
La ciudad de Dallas (Texas, centro-sur), que durante largo tiempo permaneció a la sombra, con su sobrenombre de 'ciudad del odio' a causa del atentado, ha previsto para el 22 de noviembre una ceremonia sobria en Dealey Plaza, desde donde se hicieron los disparos, para "honrar la vida, el mandato y el legado" del presidente.
Las campanas de la ciudad repicarán a las 12H30 locales, hora de los disparos, con un minuto de silencio, antes de la lectura de extractos de discursos del presidente, las oraciones y la música.
Una semana antes de esta fecha aniversario, la Casa Blanca no había anunciado ningún compromiso por parte del presidente Barack Obama, a veces llamado el "nuevo JFK".
Coincidencias del calendario, la hija del presidente número 35, Caroline Kennedy, acaba de debutar como embajadora en Tokio, una oportunidad para que el secretario de Estado, John Kerry, recordara el legado de JFK, "que llamaba a cooperar con todas las las naciones".
Si bien los actos públicos anunciados hasta ahora son escasos, la televisión y el mundo editorial han estado trabajando duro.
Una estimación sitúa en 40.000 el número de libros publicados desde la muerte de JFK, pero decenas de ellos han sido editados durante este otoño, examinando el mito en todas sus facetas: el asesinato, la vida privada, el legado, las fotos de familia...
Uno de los libros, 'If Kennedy lived' ('Si Kennedy hubiera sobrevivido'), especula sobre qué habría pasado si JFK no hubiera sido asesinado.
La tesis del complot es todavía un gran éxito en las librerías. Según la encuesta Gallup, el 61% de los estadounidenses cree que Oswald no fue un asesino solitario, la cifra más baja desde hace 50 años.
La televisión estadounidense emitirá documentales, una ficción -con Rob Lowe como JFK-, testimonios, reconstrucciones... en tal cantidad que la crítica televisiva del diario The Washington Post se preguntaba recientemente: "¿Qué diría Kennedy de nuestra fascinación por su presidencia y los horribles detalles de su trágica muerte, después de 50 años?".
El Newseum, el museo de la prensa en Washington, retransmitirá el 22 de noviembre una especie de 'En vivo' de tres horas de reportaje de CBS e incluso se han inventado aplicaciones para el iPhone, como la de NBC 5 Remembers, que enseña los documentos históricos.
Objetos vinculados con Kennedy se venden también en subasta, como un pequeño dibujo pintado por el presidente en la víspera de su muerte, adjudicado esta semana por más de 32.000 dólares.


Cronología de los grandes momentos en la vida de John F. Kennedy.


© AFP/Archivos
Desde su nacimiento en una influyente y numerosa familia de ascendencia irlandesa a su trágico asesinato en Dallas, aquí están los grandes momentos en la vida de John F. Kennedy (1917-1963), el 35º presidente de Estados Unidos:
- 29 de mayo de 1917: Nace en Brookline, cerca de Boston (Massachusetts, noreste), John Fitzgerald Kennedy, el segundo de los nueve hijos del empresario Joseph Patrick Kennedy y Rose Fitzgerald, hija del alcalde de Boston. La familia, muy rica, tiene su origen en inmigrantes católicos irlandeses.
- 1936-1940: "Jack", como rápidamente lo llamó su familia, estudia en Harvard. Hace varios viajes a Gran Bretaña, donde su padre fue nombrado embajador en diciembre de 1937.
- 1941-1945: A pesar de dolores de espalda crónicos -padecía la enfermedad de Addison- JFK se enrola en la Marina y participa en la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico. En agosto de 1943, el entonces teniente Kennedy salva a uno de sus camaradas gravemente quemados durante el hundimiento de una lancha torpedera, hundida por un destructor japonés. JFK es desmovilizado a comienzos de 1945. Su hermano mayor, Joe, destinado por su familia a la política, muere en misión de combate en agosto de 1944. Jack debe tomar la posta.
- 1946: Es elegido por primera vez como representante demócrata de Massachusetts, reelegido en 1948 y 1950.
- 1952: Es elegido al Senado, reelegido en 1958.
- Septiembre de 1953: A los 36 años, se casa con Jacqueline Bouvier, de 24 años (1924-1994), una joven periodista del diario The Washington Times-Herald. Su hija Caroline nació el 27 de noviembre de 1957. El mismo año gana el Premio Pulitzer para un libro de retratos de políticos. En 1960 es vencedor en las primarias demócratas.
- Enero de 1961: JFK es investido 35º presidente de Estados Unidos después de derrotar por estrecho margen a Richard Nixon, el candidato republicano. Se convierte así en el presidente más joven de Estados Unidos y el primer católico. Su hijo "John-John" nació poco antes, el 25 de noviembre de 1960.
- Marzo de 1961: Crea el "Peace Corps" (Cuerpo de Paz), una agencia de voluntarios en países en desarrollo.
- Abril de 1961: Autoriza el desembarco de cubanos contrarios a Fidel Castro en la Bahía de Cochinos en Cuba, que termina en fracaso.
- Mayo de 1961: Lanza el programa espacial Apolo, cuyo objetivo es el envío de estadounidenses a la Luna. Aumenta el número de tropas, equipos y asesores militares en Vietnam.
- Octubre de 1962: Apogeo de la tensión entre Estados Unidos y la Unión Soviética durante la "crisis de los misiles" que tratan de instalar los soviéticos en Cuba. Tras un acuerdo, Nikita Kruschov acepta retirar su arsenal, pero a cambio Washington abandona la opción militar contra La Habana.
- 11 de junio de 1963: Pronuncia un discurso en el que se compromete activamente en la lucha por los derechos civiles de los negros en Estados Unidos.
- 26 de junio de 1963: Declara su apoyo a los berlineses occidentales diciendo "Ich bin ein Berliner" ( "Soy un berlinés ") en la zona occidental de Berlín.
- 22 de noviembre de 1963: Es asesinado en Dallas (Texas, centro-sur) y enterrado tres días después en el cementerio militar de Arlington, cerca de Washington.


50 años después, persisten las preguntas sobre la muerte de Kennedy.


© AFP
Para Jesse Ventura, el luchador profesional devenido en político independiente, John F. Kennedy fue el presidente más importante en la historia contemporánea de Estados Unidos y prueba de ello es su asesinato en 1963.
El exgobernador de Minnesota (norte), autor del libro 'They killed our president' ('Mataron a nuestro presidente'), cree que Kennedy fue asesinado en Dallas el 22 de noviembre porque quería hacer la paz con la Unión Soviética, desafiando así la influencia del complejo militar-industrial construido tras el fracaso del desembarco -respaldado por la CIA- en Bahía de Cochinos en Cuba en 1961.
"Creo que tenía más enemigos dentro del gobierno que entre los rusos", dijo Ventura a la AFP. "Imagínese lo diferente que sería el mundo si Kennedy hubiera vivido, sin la guerra de Vietnam y el fin de la Guerra Fría en 1965".
Una comisión encabezada por el entonces presidente del Tribunal Supremo, Earl Warren, concluyó sin embargo que el asesino, Lee Harvey Oswald, actuó solo.
Pero las teorías alternativas siguen vigentes 50 años después del asesinato de JFK. En una encuesta de Gallup publicada en 2003, sólo el 19% de los estadounidenses creía en la hipótesis de un único francotirador, mientras más de un tercio se inclinaba por la de un asesinato promovido por la CIA y otro tercio señalaba que JFK había sido abatido por la mafia, en tanto el presidente amenazaba sus intereses.
Muchas de las sospechas giran en torno a cómo Oswald, un exdesertor de la Unión Soviética en 1959, donde había estado hasta 1962, y con una vida problemática, pudo haber matado por su cuenta a una de las personas más poderosas del mundo, disparando desde un depósito de libros escolares, el Texas School Book Depository.
Y la posibilidad de que Oswald pudiera explicar lo ocurrido se truncó cuando el propio francotirador fue asesinado dos días después, el 24 de noviembre de 1963, por Jack Ruby, judío norteamericano propietario de un club nocturno.
"El hombre del paraguas".
En muchos libros sobre un supuesto complot para asesinar al presidente, los autores se preguntan si no había una segunda persona que disparó. Un comité del Congreso en 1979 concluyó que unas pruebas acústicas daban credibilidad a esta tesis, posteriormente cuestionada.
Una película de un testigo, Abraham Zapruder, dio pie a otra teoría, la del 'Umbrella man' ('El hombre del paraguas'), que lo abrió pese al sol radiante, un gesto interpretado como el envío de una señal al francotirador.
Otra gran teoría alternativa fue desarrollada por Oliver Stone en su película 'JFK' en 1991, en la que sugiere que el vicepresidente y sucesor de Kennedy, Lyndon Johnson, estaba involucrado en el magnicidio y lo encubrió. Stone dijo que quería crear un "contra-mito", que contribuyó a que el Congreso publicara más información sobre el atentado.
La versión oficial del asesinato de Kennedy ha sido cuestionada incluso fuera de Estados Unidos. El filósofo británico Bertrand Russell y su colega francés Jean-Paul Sartre estimaron que la Comisión Warren, por su carácter oficial, no divulgaría tesis que implicaran a políticos.
En el otro extremo del espectro político, uno de los primeros en cuestionar el discurso oficial en Estados Unidos fue Revilo P. Oliver, un académico cercano a la extrema derecha que argumentó que Kennedy, un títere según él de la Unión Soviética, había sido asesinado porque se había convertido en una carga para Moscú.
En un ensayo publicado poco después de la muerte de JFK, el historiador Richard Hofstadter consideró que estas teorías eran parte de una "tendencia a la paranoia en la política estadounidense".
"De pésima calidad"
Para el ex presidente Gerald Ford, miembro de la Comisión Warren, no hay evidencias que respalden una teoría conspirativa.
La familia Kennedy apoyó el informe oficial, aunque Robert F. Kennedy Jr., sobrino del fallecido mandatario, ha cuestionado la tesis del único francotirador. Kennedy Jr. dijo que su padre, Robert F. 'Bobby' Kennedy -que era fiscal general entonces y fue asesinado luego durante la campaña electoral de 1968- estimaba que la labor de la Comisión Warren había sido "de pésima calidad".
Según Lance DeHaven-Smith, profesor de la Universidad Estatal de Florida y autor de 'Conspiracy theory in América' ('La teoría conspirativa en Estados Unidos'), la expresión "teoría conspirativa" se popularizó inicialmente para rechazar suspicacias sobre una mala actuación del gobierno, aún cuando algunos complots, como el 'caso Watergate' y el escándalo Irán-Contra, terminaron probándose.
"La gente que usa el término "teórico de la conspiración" y lo da por sentado realmente está comprando una campaña de propaganda que la CIA lanzó en 1967", dijo.
Ventura, en tanto, recordó que sus críticos lo consideran "un teórico de la conspiración". "Es más duro conmigo porque soy un gobernador electo", afirmó, y enfatizó no creer en la Comisión Warren.



La maldición de los Kennedy, con asesinatos, suicidios y sobredosis.

© AFP
"La maldición de los Kennedy vuelve a golpear", titulaba The Independent el año pasado tras el suicidio de una nuera de Robert 'Bobby' Kennedy, alimentando la idea, ignominiosa para algunos, de que el clan más observado de Estados Unidos vive una eterna tragedia griega.
¿Cómo explicar si no que "cada vez que un Kennedy está por alcanzar un objetivo o una ambición, es condenado a pagar un elevado precio?", se preguntó Edward Klein en su libro 'La maldición de los Kennedy'.
"Hay que remontarse a la Grecia antigua, a los Atreides, a figuras legendarias como Agamenón, Clitemnestra, Orestes y Electra, para encontrar una familia sometida a semejante serie de calamidades", escribió.
Desde el asesinato del presidente John F. Kennedy hace 50 años, el clan debió afrontar el también homicidio de su hermano Bobby en 1968, la muerte por sobredosis de drogas de David en 1984, hijo de Bobby, o la muerte en un accidente de esquí de Michael, otro hijo de Bobby, en 1997.
El último drama hasta ahora ha sido el suicidio de Mary Richardson Kennedy, la segunda esposa de Bobby Junior, en mayo de 2012.
Pero fue la muerte de John John, el hijo de JFK y Jackie Kennedy, al accidentarse la avioneta que él mismo pilotaba el 16 de julio de 1999, lo que conformó el mito de la maldición.
Esa calificación ya había sido utilizada 30 años antes por el senador por Massachusetts, Ted Kennedy, hermano de JFK y de Bobby. En un discurso televisado, la entonces joven esperanza demócrata hablaba del accidente del Oldsmobile que él conducía y que terminó en el agua en la isla de Chappaquiddick, causando la muerte de su pasajera Mary Jo Kopechne.
"¿Acaso ha caído una horrenda maldición sobre todos los Kennedy?", se preguntó Ted Kennedy en ese discurso del 25 de julio de 1969, poco más de un año después del asesinato de Bobby.
"El encuentro de Hollywood y Washington"
Algunos partidarios de la teoría de la conspiración interrogan a los astros y consultan los horóscopos del patriarca Joseph 'Joe' Kennedy, padre de JFK, Bobby y Ted y otros seis hijos, para explicar los horrores vividos por la familia.
Otros lo atribuyen al sortilegio que un rabino lanzó contra el influyente y poderoso empresario y figura política del Partido Demócrata tras un altercado.
Estos argumentos teñidos de irracionalidad irritan a Thomas Maier, periodista y autor de 'The Kennedys: America's emerald kings', un libro sobre esta suerte de dinastía estadounidense. "Hablar de maldición, como si un dios místico estuviera vengando algo que los Kennedy hayan hecho, es absurdo y profundamente ofensivo para su religiosidad" católica, dijo Maier a la AFP.
Y subrayó que con Joe Kennedy, nieto de Bobby, como representante en el Congreso, el clan tiene a su "cuarta generación (dedicada al) servicio público".
"No todas las familias tienen tres senadores, un presidente, dos candidatos" a la Presidencia, estimó Larry Sabato, politólogo de la Universidad de Virginia, en una entrevista con la AFP.
"La teoría de la maldición es muy popular porque nos hemos enfocado mucho en esta familia. Conocemos a cada uno de sus miembros", afirmó.
El accidente de aviación de John John en 1999, que también causó la muerte de su mujer, Carolyn, y de su cuñada, Lauren Bessette, sumió en el luto a los Kennedy, pero también a todo el país. "Una familia y un país unidos en el dolor", tituló el diario The Guardian en su edición del 23 de julio de 1999.
Si la historia de estos hijos queridos de Estados Unidos sigue fascinando e intrigando, se debe a que encarnan "el encuentro de Hollywood y Washington", explicó Sabato.
En el fondo es, según el periodista Laurence Leamer, agudo conocedor de la dinastía, la historia de "una familia de inmigrantes. Algo a lo que todos aspiramos. Todos hemos dicho a nuestros hijos: 'Tú puedes convertirte en presidente de Estados Unidos', aún cuando no lo creamos realmente".
Pero para los Kennedy, el tema es diferente: "Ellos fueron criados sabiendo que eso era muy posible", dijo.


La poesía y persuasión de los discursos de JFK, un legado poco discutido.

© Dpa/AFP
Los estadounidenses, a menudo divididos sobre el legado político de John F. Kennedy, casi no difieren sobre la fina retórica del asesinado presidente.
Kennedy, quien fue abatido hace 50 años, tiene un pedestal propio entre todos los presidentes estadounidenses por su frecuentemente citada oratoria.
Pasajes de los discursos de JFK permanecen grabados en la consciencia de un país que aún se emociona por la majestuosidad de sus palabras.
El don del líder demócrata para pronunciar discursos finamente elaborados ya fue evidente desde su toma de posesión el 20 de enero de 1961, apenas semanas después de su histórica elección.
En un día helado, bajo un brillante cielo azul, Kennedy realizó un inspirado llamamiento a sus compatriotas, una llamada a la acción que se sigue invocando a día de hoy.
"Ahora la trompeta vuelve a llamarnos", recitó el entonces mandatario, urgiendo a sus conciudadanos a unirse "a la lucha contra los enemigos comunes del hombre, la tiranía, la pobreza, la enfermedad y la propia guerra".
Y en uno de los pasajes más conocidos -una de las frases más citadas en los discursos políticos-, Kennedy proclamó: "Así que, compañeros estadounidenses, no pregunten qué puede hacer su país por ustedes; pregunten qué pueden hacer ustedes por su país".
Esas inmortales palabras están grabadas en piedra frente a su tumba en el Cementerio Nacional de Arlington, en Virginia.
Los historiadores ubican este discurso en segundo lugar entre los mayores ejemplos de la oratoria estadounidense del siglo XX, después del afamado "Tengo un sueño" ("I have a dream"), de Martin Luther King Jr.
Los discursos más vehementes de Kennedy parecían ser pronunciados en los momentos más críticos para la nación. Una de tales ocasiones fue el 25 de mayo de 1961, cuando Kennedy llamó a sumarse a la lucha de la nación para ganar la carrera espacial, en momentos en que Estados Unidos se estremecía ante la inesperada noticia de que la Unión Soviética había puesto en órbita el satélite Sputnik.
"Creo que esta nación debería comprometerse para lograr el objetivo, antes de que acabe esta década, de colocar a un hombre en la Luna y traerlo a salvo a la Tierra", desafió el mandatario en un discurso recordado más por su capacidad para atrapar la atención del país e inspirar la acción que por su retórica inflamada.
El 10 de junio de 1963, Kennedy dio un discurso de graduación en la American University de Washington, varios meses después de la Crisis de los misiles con Cuba, en el que anunció el inicio de negociaciones sobre armas nucleares con la Unión Soviética. "Ningún problema del destino de la humanidad está más allá de los seres humanos", dijo JFK a los nuevos graduados.
Dos semanas después, el 26 de junio de 1963, inmortalizó la frase "Ich bein ein Berliner" ("Yo soy berlinés") en la escalinata de la Rudolph Wilde Platz, ofreciendo el apoyo de Estados Unidos a la enorme multitud que se había congregado en la dividida ciudad alemana.
Al lograr capturar en palabras las esperanzas y temores de la gente como ningún otro presidente, salvo tal vez Abraham Lincoln, los historiadores afirman que las palabras de Kennedy tenían la auténtica capacidad de conmover el alma y que modeló la oratoria política inspiradora.
Dueño de un innegable encanto, carisma y apariencia de estrella de cine, Kennedy también poseía algo más: la habilidad de usar la aliteración y un sentido innato para dar el giro adecuado a una frase.
Pero también era capaz de capturar en palabras los sentimientos de la nación, con un infalible talento para saber exactamente qué necesitaban los estadounidenses escuchar de su presidente en un momento determinado.
"No sólamente estaban bien elaborados y bien pronunciados, tenían además un impecable sentido de oportunidad", dijo Thurston Clarke, cuyo libro 'Ask not' es una monografía sobre la toma de posesión de Kennedy.
El estilo retórico del joven presidente ha sido a menudo imitado por sus sucesores, desde Richard Nixon, Ronald Reagan hasta Bill Clinton y George W. Bush, aunque ciertamente jamás lo igualaron.
Los estudiosos de la vida y el legado de Kennedy afirman que el asesinado presidente tiene mucho que agradecer a Ted Sorensen, su principal escritor de discursos, por buena parte de la brillantez de los mismos. "Ted había estado trabajando con JFK desde 1953. Para el momento en que llegó a la Casa Blanca, era su asesor más cercano, con excepción del hermano del presidente", dijo Adam Frankel, exescritor de discursos del presidente Barack Obama.
"Un desafío para el escritor de discursos, quienquiera que estuviera en la Casa Blanca, es tener acceso al presidente", dijo Frankel. "Ted no tenía ese problema".
Siempre consciente de su imagen, Kennedy trabajó incansablemente en suavizar las durezas de su dicción bostoniana y estudió grabaciones de Churchill para aprender lo más fino de la oratoria.
"Quería que sus discursos tuvieran un impacto en el momento, pero también tenía la sensación de que estaba hablando para la posteridad", dijo Jeff Shesol, un historiador y exescritor de discursos del presidente Bill Clinton.
No obstante, Kennedy no estaría tan complacido de saber que algunos creen que sus discursos, y no sus políticas, están entre sus logros más significativos. "Ciertamente estaría orgulloso del hecho de que sus discursos sean tan recordados", dijo Shesol, "pero no a expensas del trabajo que hizo".


¿Dónde estaba usted el día del asesinato de Kennedy?.

© AFP/
Dos de cada tres estadounidenses no habían nacido cuando el presidente John F. Kennedy fue asesinado hace 50 años, un golpe al estómago pero no a la memoria de Estados Unidos u otros países.
El 22 de noviembre de 1963, Thomas Hamilton, joven analista del programa espacial Apolo en Grumman Aircraft, cerca de Nueva York, volvía de su pausa del almuerzo cuando uno de sus colegas, conocido por sus bromas pesadas, gritó: "¡dispararon contra el presidente!"
"Yo le dije, 'incluso viniendo de ti, es de mal gusto'," recuerda este astrónomo jubilado. "Pero él insistió. Llamé a un diario local y una mujer me respondió: 'es cierto, está muerto' y colgó".
"Fue un golpe al estómago", recuerda Paul Robert Edwards, entonces un jurista que ese día escuchaba la radio mientras almorzaba en el bar de un restaurante de Kansas City (Misuri, centro).
Angelo Armenti era entonces un estudiante de física de 23 años y había trabajado en la campaña electoral de Kennedy en 1960. "Salía de un estacionamiento cuando una mujer se puso a correr gritando: '¡dispararon a Kennedy, dispararon a Kennedy!'."
La pequeña escuela donde estudiaba Beatrice Hogg, hija de un minero negro en Pensilvania (este), envió a los niños de vuelta a casa. La niña encontró a su familia llorando: "mamá y la prima Kat se preguntaban qué pasaría con la gente de color", recuerda esta escritora, que actualmente vive en California (oeste).
En Massachusetts (noreste), el estado de los Kennedy, los religiosos de la escuela católica donde estudiaba Ramsey Bahraway habían pedido a los alumnos "orar por JFK". "Yo estaba más afectado que los otros, porque mis padres, inmigrados de Egipto, nos repetían que había sido gracias al gobierno de Kennedy que habían podido venir", afirma este abogado.
"Me preguntaba si nos iban a atacar"
Por otra parte, entre los estadounidenses conservadores que habían votado por el republicano Richard Nixon, quien fue derrotado por estrecho margen por JFK, algunos se alegraron.
La profesora de gimnasia Lucy Siegel, en Greenville (Carolina del Sur, sureste) había reunido a las niñas para anunciarles la noticia. "Muchas se pusieron a aplaudir. Esto fue antes del fin de la segregación, el Estado era entonces más conservador que ahora. Eso me sorprendió tanto como la noticia", responde Siegel, ahora agregada de prensa en Nueva York.
Lana Mae Noone, entonces estudiante de arte de 18 años, se encontraba en un autobús en Manhattan, Nueva York, y no lo quería creer. "Para mí, la muerte era algo que le llegaba sólo a las personas de edad y él era tan joven, tan enérgico".
"Recuerdo que estaba en el patio de la escuela, mirando los aviones que pasaban por encima de nosotros, y me preguntaba si nos iban a atacar", evoca John Echeveste, consultor en comunicación de California.
"Era una época en que los ejercicios anti-nucleares eran obligatorios, aprendíamos a escondernos bajo nuestros pupitres", afirma, y dice que "murió un héroe y un poco de esperanza junto con él".
La noticia ya había trascendido fronteras. Alexander Longolius, entonces profesor de 28 años en un Berlín todavía dividido, fue invitado a cenar con unos diplomáticos estadounidenses: "creo que nadie se sirvió algo para beber, estábamos pegados a la radio".
Tras la esperanza inyectada por la frase de Kennedy "Ich bin ein Berliner" ("Soy berlinés"), "nos parecía que la esperanza de millones de personas se quebraba repentinamente", señala el ahora anciano político.
En Moscú, no hubo lágrimas en la escuela a la que asistía Alexandra Panina porque entonces en la Unión Soviética "nos decían todos los días que debíamos ser fuertes, por eso no llorábamos, pero la noticia nos dejó estupefactos", recuerda esta profesora de literatura de 68 años. "Matar a un presidente en pleno día era inimaginable", agrega.


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